Con la llegada del invierno llegan desde
Europa multitud de pequeñas aves huyendo del frío que congela el suelo y les
impide poder acceder al alimento.
Uno de esos pajarillos que alegra nuestros
campos durante estos meses grises y heladores, es la Lavandera enlutada que, en
realidad, es la subespecie de las islas británicas de la familiar Lavandera
blanca.
Como el propio nombre indica, estos
ejemplares son claramente más oscuros que nuestras grises aves. Si nuestra
lavandera tiene una espalda de un gris brillante, la enlutada, tiene un manto
tan negro como su capirote, extendiéndose a las alas y zonas cercanas del
cuerpo.
La espalda gris típica de nuestra residente Lavandera blanca (Foto: Miguel Rouco) |
El manto negro que luce la británica Lavandera enlutada (Foto: Miguel Rouco). |
Cualquier parque de nuestras ciudades y
pueblos le sirve para buscar insectos o pequeñas migas de pan con las que pasar
los duros meses del “suave” invierno español.
En su día a día coincidirá con nuestras sedentarias Lavanderas blancas que, también, reciben numerosos migrantes europeos. Junto a ellas, compartirán las orillas de los ríos, las plazas de muchas ciudades y las arboledas que les sirven de dormidero colectivo.
Su aspecto blanquinegro, el movimiento
incansable del balancín de su cola y su corretear nervioso la hacen
inconfundible y preciosa.
Precisamente ayer vi una de luto cerca de mi casa....
ResponderEliminarSaludos camperos>!