jueves, 30 de agosto de 2012

La migración por la ciudad de Salamanca


Pasear por Salamanca siempre te puede deparar alguna sorpresa cuando menos te lo esperas. En esta noche de primeros de agosto fue una desventurada codorniz la protagonista. Terminada la cría, las codornices comienzan su viaje hacia África. Para evitar peligrosos encuentros con depredadores como el halcón peregrino, algunas utilizan el abrigo de la noche. La casualidad hizo que ésta pobre pasara por Salamanca y quedara al descubierto por los focos potentísimos de las catedrales.
Catedral Nueva de Salamanca (Foto: Cristóbal Acera)
 La pareja de halcones peregrinos (y los cernícalos primillas y vulgares) de la Catedral Nueva se ha especializado en aprovechar este falso día, para cazar a todos los pajarillos que cruzan sobre la ciudad. Resulta bastante fácil ver el vuelo velocísimo de todo tipo de passeriformes, lechuzas, patos, gansos, gaviotas y hasta grullas, cruzando como fantasmas confiando en la relativa protección de la oscuridad. Hace ya varios años, desde el jardín de Calixto y Melibea pude contemplar una secuencia de caza alucinante. Buscando en el cielo pude localizar el vuelo de un bando de gaviotas reidoras que seguía el curso del río Tormes. El reflejo de la cegadora luz daba un intenso color rojo a su pecho blanco. Justo cuando casi rozaban las torres de la catedral, uno de los halcones que hacía guardia en uno de sus posaderos, se lanzó como un rayo en su búsqueda, alcanzando a una de ellas y agarrando con fuerza su espalda. Ya sea por los berridos desesperados que lanzó o por los golpes con las alas, el halcón se soltó y la desplumada gaviota siguió su vuelo.
Codorniz parcialmente devorada (Foto:Cristóbal Acera)
En esta ocasión, la gordezuela codorniz quedó al descubierto y uno de los halcones aprovechó para cenar. Así es la vida.

martes, 14 de agosto de 2012

Turismo Rural y Ornitológico en El Codo del Tormes.


Pocos imaginan la variedad de aves que aún podemos encontrar en las cercanías de Salamanca. Sin necesidad de recorrer grandes distancias, la comarca de Las Villas acoge a numerosas aves todo el año y dispone de una serie de rutas que permiten disfrutar del senderismo y del descanso paseando tranquilamente por su naturaleza.

Las riberas del río Tormes.


El protector bosque de ribera del Tormes sirve de refugio a numerosas especies de aves y de mamíferos.

Con la llegada del frío, las aves del centro y norte de Europa abandonan sus áreas de cría para refugiarse en nuestras lagunas y ríos. Es entonces cuando el río Tormes se llena con los vuelos y el griterío de patos, garzas y cormoranes agotados por sus increíbles viajes de miles de kilómetros. En nuestro río pasarán todo el largo invierno o sólo las horas necesarias para reponer fuerzas, antes de reemprender un viaje que les puede llevar hasta el extremo sur de África.

Lavandera blanca. Un invernante habitual del Tormes (Foto: Miguel Rouco).

Además de aves acuáticas, las orillas e islas del Tormes reciben a miles y miles de pequeños pajarillos. Mosquiteros, lavanderas, escribanos, pinzones y zorzales hacen vibrar la maraña de sauces, fresnos y zarzas. Resulta increíble pensar que unos pájaros que, en muchos casos, no superan los 10 gramos de peso, sean capaces de volar durante miles de kilómetros sólo con la ayuda de sus pequeñas alas y con la energía de los frutos e insectos que son la base de su alimentación.
Con el fin de los días más crudos del invierno, las aves que han invernado varios meses con nosotros, volverán a retornar a los lagos y bosques del norte de Europa para sacar adelante a las futuras generaciones. El hueco que dejan, será ocupado por las aves que se reproducen en España, pero tuvieron que migrar a África para buscar la comida que aquí el invierno hizo desaparecer. Milanos negros, Águilas calzadas, Águilas culebreras, martinetes, avetorillos, oropéndolas y abejarucos inundan de color y cantos alegres la tardía primavera de Machado.

El baile de cortejo del Somormujo lavanco es uno de los mayores espectáculos primaverales de nuestros rios. Video. (Foto: Miguel Rouco).
  
Monte de Babilafuente.

Al avanzar el nuevo año, los días se van haciendo cada vez más largos y el sol tímidamente vuelve a calentar, despertando del letargo a los almendros. Con esta primavera temprana, el campo se llenará de color con cientos de almendros en flor brotando por caminos y lindes. El viento fresco de febrero llevará su dulce aroma por toda la comarca.

Monte de Babilafuente.

El Monte de Babilafuente permite realizar agradables rutas ornitológicas y de naturaleza por sus muchos caminos. La sombra de su bosque protege nuestro sendero del frío viento del invierno y del incómodo sol del verano. El frescor y recogimiento de sus valles, la tranquilidad de sus caminos y el aroma de almendros y madres selva nos harán disfrutar de un placentero paseo por este último retazo del antiguo bosque mediterráneo que antaño cubría toda la comarca.

Azud de Riolobos.

El Azud de Rilobos: Un paraiso para las aves (Foto: Miguel Rouco).

 A un paso de Villoria, el Azud de Riolobos es el humedal de mayor valor para las aves de la provincia de Salamanca. En función del nivel de agua embalsada, el número y la variedad de especies fluctúa enormemente. El reciente trasvase ha vuelto a llenar de vida este paraíso natural, justo en el momento, en el que miles de aves vuelven a cruzar una reseca España. La sequía y el calor del verano, han secado hasta la última laguna de la meseta norte, convirtiendo al azud, en parada obligada para todos estos valientes viajeros. Algunos de ellos, estaban hace apenas unos días, en las llanuras despejadas de nieve de la tundra ártica o en algún pequeño lago perdido en los Alpes nórdicos. El azud no será más que una breve parada para reparar fuerzas antes de la etapa más terrible de su viaje: el paso del infinito desierto del Sahara. Poder descansar y alimentarse aquí, les ofrece una oportunidad para encarar con fuerzas estos viajes inimaginables para el ser humano. Disfrutemos con respeto de todas nuestras aves.
Fantasía de formas y colores (Foto: Miguel Rouco).

La variedad de colores y formas de las aves acuáticas nunca dejara de sorprender. 





miércoles, 25 de julio de 2012

¿Cuánto tiempo le queda a nuestras dehesas?



Si tuviéramos que definir qué es una dehesa, casi todas las definiciones coincidirían en que es un sistema agro-silvo-pastoril que conjuga de una forma sostenible la explotación de los recursos naturales con su conservación a largo plazo. Seguramente, también las concebiríamos como un sistema capaz de sostenerse con sus propios recursos y que, además, es capaz de producir excedentes, al menos en los años buenos.
En un paseo por la gran mayoría de nuestras dehesas, si nos fijáramos en sus diferentes componentes: arbolado, matorral y pastos, nos daríamos cuenta que esta idea original, de un sistema sostenible en el tiempo, autosuficiente y donde conviven armoniosamente actividades humanas y conservación de los recursos naturales, está muy, muy lejos de ser una realidad.
Imagen idílica de nuestras dehesas.

Desde hace ya varias décadas, las dehesas españolas están sometidas a una presión humana que rebasa, ampliamente, su capacidad para regenerarse y auto sostenerse. La enorme y creciente demanda de carne, unida al bajo precio que reciben los ganaderos por su ganado, lleva a éstos, a multiplicar el número de animales que tienen en sus fincas. La presión ganadera en la mayoría de nuestras dehesas impide, por completo, la regeneración natural del arbolado. Nuestras dehesas envejecen sin que esté garantizado su relevo natural. Tenemos un paisaje sumamente atractivo, lleno de joyas naturales como el lince y el águila imperial, dominado por monumentales y bellísimos árboles maduros, pero donde no es posible ver ni un solo árbol joven que debe ser la garantía de futuro de nuestras dehesas. Si comparamos la situación de nuestras dehesas con la de un pueblo o una ciudad en sus mismas circunstancias, sería como tener un pueblo compuesto por una mayoría de ciudadanos adultos y ancianos y ni un solo niño que garantice su futuro. Así esta el panorama.
Podas terribles y ni un solo árbol joven

La solución a esta muerte anunciada, parece más que complicada. En este mundo donde la población humana supera los 7000 millones de habitantes y el consumo de carne se dispara año tras año, el futuro de nuestras dehesas y de todos los bosques, está en serio peligro, y con ellos, nosotros. Los bosques son uno de los principales pulmones del planeta. Sin pedir nada a cambio, nos regalan el oxígeno imprescindible para la vida y nos salvan de morir envenenados con nuestro propio veneno (CO2) al que llamamos desarrollo y calidad de vida. Igualmente gratis, producen y abonan el suelo que necesitamos para cultivar nuestros alimentos. Nos regalan la madera que nos ha salvado durante siglos de morir congelados y alimentan al ganado que nosotros decimos cuidar. Y así hasta el infinito.
Sin relevo generacional

¿Posibles soluciones?. Muchas: Limitar el número de cabezas de ganado a un número que asegure la renovación del arbolado; Obligar a plantar árboles según la superficie de nuestra finca; Asegurar un precio justo para el ganadero por su trabajo; Limitar el consumo de carne por persona; Obligar a reforestar las parcelas de selva quemadas para alimentar al ganado; Adecuar la intensidad de la poda del arbolado en función de las condiciones climáticas del año, la edad del árbol y de cuál especie estemos hablando; Priorizar una alimentación vegetariana sobre la carnívora.....
Este tipo de podas suponen un esfuerzo enome para nuestras viejas encinas.


domingo, 22 de julio de 2012

La mayor de las aventuras.


En pleno verano y cuando aún no han terminado la cría las aves más rezagadas, muchas aves europeas ya sienten el impulso irrefrenable de la migración. Sin apenas haberse recuperado del agotador esfuerzo de sacar adelante, a toda una nidada de insaciables polluelos, un año más, las aves  despliegan sus alas para volver a seguir los caminos invisibles que desde tiempos inmemoriales las llevan a cruzar montañas, desiertos y mares en busca de la lejana y eterna primavera de África.
Bando de grullas (Foto: Miguel Rouco)

Desde todos los rincones de la Vieja Europa, las aves responden a una llamada que parece arrastrarlas a la mayor de las aventuras. Sin importarles la imponente altura de las montañas que se van encontrando en su camino, una tras otra, irán cayendo todas las grandes cordilleras europeas. Ni los 5000 metros de los Alpes ni los más de 3000 de los Pirineos, frenarán su vuelo imparable. Collados y valles serán un hervidero de alas que esquivan los más imponentes paredones.
Curruca capirotada (Foto:Ángel Povedano)

Una España reseca, será una breve, pero indispensable etapa de su viaje. Escondidos entre las zarzas, millones de pequeños pajarillos esperan a que las tormentas del final del verano reverdezcan los campos agostados por el sol. Con su agua, moras, higos y madroños volverán  a brotar y a proporcionar las indispensables reservas que necesitan antes de emprender la verdadera odisea.

A la orilla del fin de Europa, rapaces, cigüeñas y otras grandes aves planeadoras, se concentran en enormes bandos antes de dar el gran salto hasta África. Apenas son 14 kilómetros sobre el mar, pero sin la ayuda de las corrientes térmicas, incapaces de formarse sobre el agua, el paso del Estrecho suele ser el final del camino para muchas de ellas. En pleno cruce, un cambio repentino de la dirección del viento, puede arrastrar a bandos enteros de aves que se pierden en el mar, incapaces de luchar contra los fuertes vientos.

Aguilucho cenizo (Foto: Miguel Rouco)
Para los passeriformes, salvar las aguas turbulentas del Mediterráneo suele ser un trance menos dramático. Para ellos, la verdadera pesadilla aún está por llegar. Incapaces de acumular grandes cantidades de reservas que les lastrarían en su vuelo, el desierto del Sáhara se presenta como una barrera insalvable. Miles de kilómetros de arena y roca, con unas pocas paradas para reponer fuerzas. Perdidos en esta inmensidad despiadada, aislados oasis atraerán como faros a agotados viajeros. Con un hilo de vida, suerte tendrán de no desorientarse. Un mínimo desvió en su ruta y pasarán de largo para perderse definitivamente.
Pero antes de enfrentarse al desierto, deberán saldar una cuenta con su más implacable perseguidor: el Halcón de Eleonora. Después de pasar el invierno europeo en sus cuarteles de la isla de Madagascar, esta pequeña e inteligente rapaz, hará coincidir su periodo reproductor con la migración posnupcial de las aves migradoras. Desde lo alto del acantilado o colgada del cielo, espera la llegada del maná en forma de millones de pequeños pajarillos. Con el flujo inagotable de presas, sus pollos no pasarán hambre. También ellos tienen muchos kilómetros y peligros por delante.
Halcon de Eleonora (Foto: Miguel Rouco)
Salvado el Estrecho, las aves sobrevuelan ya sobre Marruecos. Los olivares y vides de la Andalucía africana, serán la última oportunidad que tienen para recuperar fuerzas antes de su etapa más crucial. El mayor de los depredadores espera paciente más allá de las montañas que cierran por el sur el país. El Atlas marroquí se eleva orgulloso para cerrar el paso al desierto, que cada año, devora más y más kilómetros en su avance hacia el norte. Ante las aves se extiende un océano inabarcable de dunas y llanuras rocosas descarnadas por el azote del sol. El más aterrador de los desafíos está punto de comenzar. De su éxito dependerá que la primavera europea vuelva a alegrarse con los cantos de los ruiseñores y con los vuelos de la cigüeña. Si el desierto vence, los cielos y campos de Europa se quedarán en silencio y vacíos de vida.
¡¡¡Mucha suerte, amigos!!!.








Estrecho de Gibraltar (Foto: Arkangel)


viernes, 20 de julio de 2012

Camino del sur

Es increíble. Acaba de llegar el verano, muchos se quejan de que ni siquiera ha hecho calor para ir a las piscinas o a la playa, y la migración ya está lanzada.
Ayer desde casa, como en los días anteriores, pude ver un paso de vencejos de hasta 65 aves/minuto durante varias horas al día. Que pronto se van. 
uno de los vencejos camino del sur
Y ya han pasado bandos de abejarucos, supongo que los que no han criado o los de cría temprana.
y uno de esos espectáculos de las migraciones. Casi 200 milanos negros, pasaron cicleando sobre mi cabeza, chillando, subiendo y bajando, buscando un sitio donde descansar esa noche y continuar su, de momento, lento camino hacia el sur...
Aspecto "Tarifeño" del cielo de Salamanca



Los ciclos de la vida continúan, pese a la fuerza que hacemos los humanos para alterarlos...¿Hasta cuando? Cuando media España sea como un desierto en unos años, supongo que todo esto habrá cambiado mucho ¿como será la migración que estudien nuestros nietos? quizás se sorprendan de que las grullas llegaran hasta aquí, como pasaba antes con ánsares campestres o grajas...o que especies como el corredor, quizás por ese entonces comunes desde Murcia a Extremadura, junto a camachuelos trompeteros y vete tu a saber si chagras, tejedores o más historia,para nuestra generación supusieran un movimiento eléctricos de pajareros, birders, twichers, bimberos y pajareros en general de un lado a otro de esta geografía nuestra.
De momento, eso si, disfrutemos otro año de esta maravilla que es la migración, que ni la crisis puede parar.

viernes, 13 de julio de 2012

Joder con los animales racionales...

Cuando yo iba al colegio, recuerdo que me explicaban que los seres humanos eran seres racionales, y los únicos que tenían alma como tal, ya que los animales no disponían de alma ni de raciocinio, sino que lo suyo era puro instinto de supervivencia. Entonces, considerando esto, no acabo de comprender lo que está pasando en nuestros campos.
Aspecto de los cercones
Gracias al enorme trabajo de SEO-Salamanca, se trata de proteger a los pocos pollos de aguilucho de los nidos que podemos encontrar de una muerte segura con la cosechadora. Se paga a los propietarios por dejar un rodal y allí dentro permanecen los pollos medianamente seguros hasta que pueden volar.
Ayer, cuando íbamos a anillar los primeros pollos que por fin iban a volar en la actual campaña, nos encontramos con que, lo que parece en un primer momento, una actuación de uno o varios de estos animales racionales poseedores de alma...Todos los pollos muertos o desaparecidos. Y por el aspecto, muerte provocada por la actividad de un Homo sapiens variedad hijoputiensis.
Primero de los pollos muertos justo fuera del cercón
Miguel buscando algún superviviente en el cercón

Así estaba el pollo, a punto de volar...

¿Hay supervivientes?...pues  NO

Pollo muerto en el mismo nido

Y el dinero que está costando la campaña no me importa. Pero este comportamiento totalmente retrógrado que nos encontramos aun en nuestros campos, la poca importancia por la conservación, el poco valor de conservar lo que aun tenemos, el poco valor que damos a la vida de los animales...¿y porqué? ¿porque se comen la caza?¿porque me cagan la ropa?¿porque me despiertan cantando por la noche?¿porque se cagan en el coche o en la ventana?
Si hoy pudiera elegir, me borraba inmediatamente de esa especie superior que es el Homo sapiens. Estoy muy pero muy cabreado, así que mejor me callo. Este domingo vamos a revisar todos los rodales que tenemos pendientes, a ver si por lo menos me vuelvo a animar un poco.
Huevos de pálido, gracias a Dios sin pisotear que es lo que temíamos

El ultimo rodal que miramos, un nido de pálido con sus huevitos...sin la madre. Pero al irnos, por allí apareció, manteniendo la esperanza, situado en un camino secundario apartado de los demás nidos, lo que quizás si llegan a nacer los pollitos, suponga su salvación. 
Quizás la solución en un futuro sea impedir que hagan los nidos, y molestarlos para que se vayan a otro lugar donde solo los destroce una cosechadora...o no.


Un abrazo .

martes, 10 de julio de 2012

¡¡¡¡¡¡CUIDADO CON LAS NUTRIAS ASESINAS!!!!.

Viendo esto, sí que parece que esta sociedad ha avanzado mucho. Con esta educación terrorífica que recibieron nuestros padres, se entiende la educación que nuestros hijos están dando a nuestros nietos.
Un abrazo.