lunes, 27 de octubre de 2014

El anillamiento científico: Una herramienta para el estudio y conservación de las aves y para la educación ambiental.



Pocas actividades hay tan divertidas y tan útiles para el conocimiento y la conservación de las aves como el anillamiento científico. Poder conocer los desplazamientos de las aves, ya sea, para aquellas que acometen larguísimos y peligrosísimos viajes migratorios, o para aquellas, que apenas se alejan unas decenas de metros del lugar donde nacieron, permite disponer de una información sumamente importante de cara a la protección de los espacios donde desarrollan su vida. De nada servirá proteger el soto de ribera donde, como cada año, el ruiseñor esconde su nido y saca adelante a su prole, si descuidamos la protección de todas las lagunas y bosques que le sirven de refugio y descanso en sus infinitos periplos viajeros.

Gracias al código alfanumérico que porta la anilla de este carricero tordal, y que se guarda en una gran base de datos que recoge toda la información de los diferentes anilladores, si alguien consigue volver a capturarlo, se podrá conocer el lugar y fecha de su anillamiento y de todos los emplazamientos donde sea recapturado. Esto permitirá descubrir las rutas viajeras de este ave y ofrecerá un argumento de peso, de cara a la protección de los hábitats que necesita para lograr cumplir con éxito su viaje de miles de kilómetros (Fotografía: Miguel Rouco)

Para poder emprender con éxito sus largos viajes migratorios, las aves acumulan en forma de grasa debajo de su piel, la energía que les servirá como combustible en etapas que pueden suponer varios cientos de kilómetros sin alimentarse y sin descansar.

El anillamiento de aves permite, también, ofrecer una visión lúdica de las aves y una oportunidad excepcional para la educación ambiental.


Junto a esta decisiva labor científica (el auténtico sentido de esta disciplina), se suma otra faceta más lúdica, pero de incomparable atractivo y valor para la educación ambiental. Aún hoy, no son muchos los que han tenido la oportunidad de disfrutar en primera persona de la fantasía de formas y colores de las aves que nos acompañan en nuestros campos. Gracias al anillamiento podremos fascinarnos con el plumaje arco iris del martín pescador o con el pico poderoso e incisivo del alcaudón común.

Pocos pájaros tan bonitos y delicados como el Martín pescador. Habitante del río Tormes, es una de las aves más habituales durante las jornadas de anillamiento.

El herrerillo común es otra de las aves más habituales, bonitas y cascarrabias de cualquier jornada de anillamiento. Su captura permite distinguir con claridad las diferencias de plumaje entre una descolorida ave joven (a la izquierda) y un adulto de colores relucientes (a la derecha)

Junto a las clásicas anillas metálicas que se colocan en las patas, existen otros marcajes que permiten obtener valiosa información sobre los desplazamientos de las aves. En este caso, se trata de un pollo de aguilucho lagunero al que se ha engalanado con estas llamativas marcas alares que permiten la lectura a larga distancia de su código particular y sin necesidad de volver a capturarlo. Para especies como las rapaces, que realizan largos desplazamientos durante sus años de juventud, poder marcar a ejemplares como éste, revelará los humedales que le sirven de refugio. Esta información permitirá centrar los esfuerzos de conservación en aquellos espacios más requeridos por las diferentes especies. Conocer estas campañas será uno de los objetivos de nuestro curso.


Las riberas del río Tormes son un refugio invernal para muchas aves ibéricas europeas. En sus bosques encuentran el descanso y la alimentación necesaria para afrontar los largos meses de invierno, que este año no parecen querer llegar. Con el deseo de poder compartir con todos vosotros de una mañana de pájaros, celebraremos una jornada de anillamiento dentro de la jornada de campo incluida en nuestro Curso de Guía Ornitológico y de Naturaleza que tendrá lugar del 17 al 22 de noviembre. Os esperamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario