jueves, 26 de marzo de 2015

Terminó el curso de identificación de aves rapaces

Después de mucho tiempo en el dique seco, llegó el momento de retomar la actividad de este blog, y que mejor motivo que el cierre el fin de semana del curso de identificación de aves rapaces que tuvimos la suerte de compartir con un gran grupo de amigos.

La parte práctica, estando en Salamanca y tratándose de rapaces, solo pudo ser en Arribes, y para allá que encaminamos los pasos dispuestos a ver todo lo que pudiéramos.
Uno de los más  tranquilos miradores de Arribes

la gran ventaja de Arribes es, además de que puedes ver cantidad de cosas, que el tiempo suele acompañar, y en esta ocasión no fue menos, especialmente por la mañana. Allí estuvimos de paseo, con una agradable temperatura primaveral, tratando de localizar nuestro principal objetivo, la perdicera.
No todo fueron aves

Y vaya si tuvimos suerte, y no solo vimos una pareja a placer, sino que pudimos comprobar como un cernícalo, si considera que la perdicera está demasiado cerca de su territorio, la ataca sin ningún miramiento...eso si, con bastantes precauciones. Ver los picados del cernícalo sobre el macho de perdicera, y asombrarnos (porque no hay otra palabra que lo deje más claro) con el giro de la perdicera en el último instante, con las garras hacia arriba tratando de capturar al cernícalo, y este con una finta imposible esquivarlo...No puedo poner fotos, porque estaba todo feliz mirando por los prismáticos, que es algo que me va pasando últimamente, aunque la cámara me llame a gritos desde la funda...
Momento de la estresante  comida...la siesta estuvo rondando por ahí

Aunque la nutria no se dejó ver, una pena, el Huebra es un río fantástico para descubrir a este impresionante miembro de nuestra fauna, que siempre es una gozada adivinar tras esa estela en el agua o esas ondas repentinas...pero al menos unmartín pescador anduvo cruzando de un lado a otro, mostrándonos su azul turquesa que utiliza para marcar territorio...dejando bien claro quien vivía allí.

Muy chula...

Tras la estresante comida en la orilla del río, continuamos la ruta con varias paradas en cortados y paredes, para ver de cerca a sus habitantes más comunes, los buitres, con sus primos recién llegados de África, los blancos alimoches, que no nos decepcionaron.





Un coffe-break (como dicen ahora, o sea, un descanso para tomar algo) en uno de los pueblos de la zona, se hace obligado a media tarde, y allí decidimos nuestro próximo destino, tratando de localizar a nuestro último objetivo pendiente, el águila real que solo se había dejado ver de lejos durante la comida.
Siempre que se pueda, hay que dinamizar los pueblos...aunque sea con un café

Y aunque no hubo suerte, disfrutamos de uno de los espectaculares miradores sobre el río Huebra, de nuevo tratando de localizar la nutria, esquiva en esta ocasión. Rematamos el día sobre un Castro prerromano...donde alguno dijo haber escuchado un buho real...¿quién sabe? desde luego ahí está seguro, en la zona hay varias parejas...


Y con el regusto de una gran jornada de campo, retornamos a casa, esperando que todos hayais disfrutado del día de campo y del curso tanto como nosotros.

Muchas gracias, y nos vemos en el campo....

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